24 de abril de 2014

Nota De Una Prostituta.


Nota de una prostituta.

Me siento usada, estoy usada... Ya no me siento yo, prefiero no pensar en ello, es lo que tengo que hacer y no me rendiré por mucho que quiera hacerlo. Este es otro día más de mi dura vida, es mi única opción para no morirme de hambre en este mundo. Hubiera deseado tener una familia, que al llegar a mi hogar estuviera la cena lista, los niños me abrazaran... Pero no puedo, no me lo permito, no quiero traer a la vida a na criatura en un mundo como este... Pero hay otras razones, si apenas puedo mantenerme a mi misma una boca más que alimentar sería mi ruina. Estoy sentada en la cama, meditando todo esto, esperando al próximo cliente que decida usarme para satisfacerse. Los detesto, pero también son ellos los que hacen que pueda comer y tener un techo. Así es, soy como un objeto, tengo precio. A veces me pregunto si no sería mejor dejar este mundo, no hay nada que me retenga, excepto quizá yo misma, la salvación de mi alma, no creo en dios, pero me gusta imaginar que el existe y que hay una forma de salvarme, de no dejar que arda en el infierno por venderme a mi misma, tengo que creer eso, es mi única esperanza. Siento el pomo de la muerta moverse y sé que aquí viene otro cliente, otro hombre que paga por sexo, por usar mi cuerpo, y me dan asco. Pero lo único que puedo hacer es poner una sonrisa falsa y quedar a su merced. Así es, esto es lo que soy, una prostituta.

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